jueves, 14 de noviembre de 2013


RECUERDO DEL CAMPO QUE PERDÍ

 

Te ame, mientras el sol brillaba en el cielo.
puesta en su fallecimiento, el sol no brillo

Muere, se acaba, se suicidó, se fue

es como el perro dio su aullido de aquel ser
qué aún estaba vivo,
cuando las rosas perdía su aroma

y se evaporo, huyo
cuando el frio juntaba tu piel
con tus huesos

hoy está en  polvo, es una ceniza
huesos que sobresalía
para hacerte notar que

aún estabas vivo

que existías  
el camino se despejó

quedo libre…

no del todo, quedan piedras
solo es caminar

saltar, tomar aire, y seguir el camino

       

        II

 

Dormiré, en el campo como siempre lo hecho,
pues ahí está la tranquilidad,
no es que existe un vacío
es respirar aire,
ver que el cielo se mueve en su libertad
dormiré en los campos verdes,
ya lo hecho antes
veré los vuelos de los pájaros,
cantar con ellos
dormiré, y lo hice en la tranquilidad
de los bosques...
es que encuentro la sensibilidad de ello
duermo alejándome de noche cruda
y también del dia efímero
yéndome al libre viento
pues en ese momento hay una boda natural
aunque no es dulce si dócil
no será pulcro, pero si hay felicidad.
Niv


 es que encuentro una sensibilidad de ello
duermo alejándome de la noche cruda
también de el día efímero
yéndome a los vientos
libres y violentos  
pues en este momento haya una boda natural
de mi cuerpo y la tierra.
aunque no es dulce pero si dócil
no es pulcro pero si felicidad

 

       III

macabro fue el cuerpo que juntamos
se agoto al danzar en el salto al abismo
no fue blando al despedirnos
Más que la guerra que se  realizó
cuando la batalla se iba acabando
en  lo alto de la oscuridad
cuando el fuego se incrementaba
poniéndote contra el muro
estrechándote la carne
mordiendo la piel ya carcomida
el amarillo se desgasto con el oxido de tu aliento
haciendo que intoxicabas mi piel
el humo se  quedo atascado en el techo
 lo cual estaba presente
pues así se escribía su nombre
en la memoria
aquí estuvo y estará
fue la rotación, fue el cambio
fue la pared, y la lluvia
la luz y su ser,
se abolió no al negro también al dolor.
se rompió la cadena
pero no se derribo la valla
habiendo en la tela de la araña
la trampa del corazón
encontrándose con un espacio oscuro
del cual ya recuerdo
porque la música persiste.

 
       IV

El golpe del martillo contra el yunque
retumba el oído
tanto el golpe y el dolo cantan
se va moldeando, se va dibujando
se va formando
beso la comba al rojo vivo del fierro
el herrero empuñó su mano al mango
con su fuerza vio nacer su herramienta nueva
también aporte ahí,
mi sudor y el cansancio
humedeció el carbón
para que no se vaya con el viento
con las tenazas lo saca del horno
para seguir golpeado
mi hermano ya va avanzando
en su aprendizaje
mientras yo voy soplando la fragua.
la herrería lo herede yo
golpee al  fierro como papá lo hacia
y lo abandone como no existiera.
está en el abandono, se quedo huérfano.
padre en la tumba y tranquilo
yo en la ciudad  adoptado y ajeno
 

                v

abuela ha masticado coca
y el cigarro le anuncia
 que el sendero que viene es peligroso
se santifica y ruega que no sea malo
el soplo le ha traído la noticia
que el abuelo ha fallecido
si, el cigarro se había quebrado
también su corazón
años de su vida juntos
y un instante se la quito
el cuerpo  negruzco
derramo la lagrima
quedando con su perro
también el abandono de sus hijos
 

      VI

Sabía el juego a flor
sabía que era chévere
pero nunca se supo
que iba durar poco
le toque las manos
su rostro
cuando estaba joven
es tan pronto para explicar
porque esa vendita muerte
me la quito cuando nos estamos conociendo
y fue testigo de la corriente  de agua que corría
por mi mejilla
el padre quería explicar
que de alguna manera no iba vivir
mas tiempo
porque su flor
había perdido su olor
cuando le diagnosticaron el mal
 

      VII

Pintó  con  la tinta
rayo con el lápiz
el lienzo aún esta vacío
se hecho  una piteada
y avanzaba el calor
haciendo que cayera la ceniza
en  la almohada
la cual no despertó
al amanecer el cuadro
había terminado el trabajo
 

      VIII

 
El pastoreo de la vaca, por última vez que papá me permitió cuidarla, antes que le cayera el látigo del despido fue cuando, dijo, voy a deshacerme de estas vacas chuscas,  no se alejo de ella, también alejo mi vida la de mi niñez, papá no lo supo pero se fue, con ella perdí mi sonrisa, esa sonrisa que correteaba en el campo de Putcas, ese amplio campo que siempre estuvo verde por más fuerte que el sol brillaba. No importa porque remplazo con unos bueyes, y una bella, si lucero, así le puse su nombre a la vaquita que vino con los machos. Quería mejorar, vaya que no se concreto  porque un mal aire se llevo a mi padre.

Escribo de los animales, ya que con ellos pase grandes e inolvidables vivencias, por eso escribo, antes que me olvido.

 

 

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